lunes, 10 de diciembre de 2012

Odio despertarme.
Odio despertarme como la mayoría de la gente, odio que el sol en la cara me obligue a abrir los ojos, odio estirar mi cuerpo, estar despeinado, acostumbrarme a la claridad. Cierto que una buena ducha y un rico desayuno puede alegrar la mañana pero no compensa, odio despertarme porque tengo que volver a las preocupaciones del mundo real, pero sobretodo porque abandono el mundo de mis sueños, ese mundo donde puedo estar contigo todo el rato que quiera, donde puedo sentir tus caricias y tus besos, donde puedo percibir tu olor, odio despertarme porque el sueño que tan real parecía se convierte en algo que jamas ocurrió, odio despertarme porque no puedo verte amanecer junto ami. Menos mal que cada noche me paro a escribirte unas palabras para que sepas que aun sigo aquí acordándome de ti tras la distancia y así con un solo clic acortarla un poco más, día a día mientras avivo el recuerdo de tu sonrisa, es entonces cuando me voy a la cama contigo en mi mente con la esperanza de soñarte una noche más con el deseo de que mis sueños de hagan realidad.